DOCUMENTAL SOBRE LA VIDA Y MINISTERIO DEL PADRE EDY ANTONIO PLATERO
El objetivo que me propongo al publicarlas no es la arrogancia o la vanagloria, sino el compartir en amistad, con las personas que a lo largo de mi vida han acompañado mis alegrías y tristezas, los momentos más significativos de mi existencia.
Al hacerlo sépase que lo hago con toda sinceridad y sin el ánimo de ofender a nadie. Más bien este acto responde a un reclamo de mi existencia, que me pide vencer mi introversión para darle salida a los espacios del diálogo y la solidaridad. Espero que sea de su complacencia.
1. RASGOS GENERALES DE MI VIDA
Nacimiento
Nací en San Esteban Catarina, Departamento de San Vicente (El Salvador), el 7 de abril de 1966, en una familia muy cristiana. Soy el primero de cinco hermanos: Alirio, Arnoldo, y Maribel. Mis padres son: Juan Platero y María Josefa Martínez.
Bautismo
Fui bautizado el 16 de Julio de 1966, por el sacerdote P. José María Camacho, en San Esteban Catarina. Desde pequeño me caractericé por ser un niño con deseos de ayudar a los demás.
Mi primera comunión la realicé en el año 1974 con el Padre Alirio Napoleón Macías y el 8 de diciembre del mismo año recibí la Confirmación, a partir de ese momento fui acolito del P. Alirio Napoleón Macías
Inicio de mis estudios
Mis primeros tres años de formación primaria los estudié en la escuela, Dr. Adrián García, en San Esteban; en cambio, el 4º, 5º y 6º grado los cursé en la escuelita de San Juan de Merino.
Mi tercer ciclo lo cursé en la escuela Dr. Adrián García en San Esteban. En Santa Clara estudie Séptimo grado, entonces sucedieron dos cosas:
a) Ahí, los habitantes del pueblo nos gritaban diciéndonos el apodo de “los huele a monte” porque íbamos varios jóvenes del cantón San Juan de Merinos a estudiar, esto nos indignaba, porque nos discriminaban.
b) También, ahí nos encerró la guerrilla durante todo un día. No olvidemos que en la década de los años setenta era común la toma de escuelas por parte de los movimientos sociales y la guerrilla como medida de presión al gobierno.
¿Cómo surge mi vocación al sacerdocio?
Mi vocación surge en el contexto de mi hogar. Mi familia siempre ha sido una familia de buenos principios cristianos y muy trabajadora. En el ambiente de trabajo campesino Dios fija su mirada en mí como cuando llamó a sus apóstoles y me llama al Sacerdocio; recuerdo bien que estaba en la molienda cuando siento el llamado de Dios y sin decirle a mis abuelos y a mis padres fui a la convivencia para futuros seminaristas en el Seminario Pío XII de San Vicente y gracias a Dios fui aceptado como futuro candidato al sacerdocio.
Todo este deseo de entregarme a la vida sacerdotal se fortaleció también con la práctica de las tradiciones populares. Mi familia me inculcó la práctica de los primeros viernes. Acudíamos a Santa Clara, para cumplir con esta devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Luego, cuando vivíamos en San Juan iba a traer a los sacerdotes en caballo a Santa Clara, entre ellos puedo mencionar, al Padre José María Camacho, de grata recordación; al padre José Alirio Flores, que fue uno de los diez sancionados en tiempos de Mons. Aparicio, actual párroco de la parroquia El Calvario, de Santa Tecla (Departamento de La Libertad).
Monseñor José Luis (Arzobispo)
El entonces padre Luis Escobar (actual Arzobispo) me recibió en el seminario menor Pío XII. Estaba recién ordenado como sacerdote, a él le conozco desde hace varios años siempre fue y sigue siendo una persona muy diplomática.
Como obispo siempre trató de mantener buena relaciones con los políticos. Hay que aclarar que los políticos, principalmente de la derecha, en la diócesis de San Vicente han solido tener mucha influencia con la jerarquía, a tal punto que no se podía hablar de Mons. Romero, menos hacer una celebración grande en torno a él. Recuerdo que una vez, Mons. José Luis, me llamó la atención porque participaba de la celebración del martirio del Padre Alirio Napoleón Macías, en San Esteban Catarina; me dolió mucho, pues, del padre Alirio tengo muy buenos recuerdos.
Pero ¿Qué hubiera pasado si Edy Platero no hubiese llegada al sacerdocio?
MI PRIMERA MISA |
a) Bueno, a nivel personal, sería un buen cristiano, por consecuencia un buen esposo, responsable con mis deberes.
b) A nivel profesional, si no hubiera llegada al sacerdocio tenía dos opciones: ser ingeniero agrónomo, o bien, ser ingeniero civil.
En realidad, a mí, nada se me dificulta. Por ejemplo, si no tengo leña en el convento parroquial, tomo la moto cierra y me voy a picar leña. No me considero nunca un “hijo de papi y de mami”; soy una persona temperamental y de carácter fuerte; psicológicamente me defino como introvertido, pero no como orgulloso, soy una persona de diálogo, optimista, y nunca me doy por vencido.
Recuerdos de mi hermano William
Con mi hermano William (de grata recordación), en tiempos de guerra, me tocó ir a dormir al monte por temor a los escuadrones de la muerte. El cantón San Juan de Merino era un corredor de la guerrilla y nosotros trabajamos en la molienda y a veces cuando pasaban los guerrilleros recogían dulce y pedían comida. Por cuestiones de seguridad había que darles lo que pedían.
En abril de 1983 los militares bombardearon el cantón con artillería pesada. Murieron algunas personas, es una fecha triste e inolvidable.
2. ALGUNOS DE MIS GUSTOS PERSONALES
Comida favorita:
Frijoles, queso, crema.
Mariscos, carne asada.
Música preferida:
Rancheras.
Personas a las que admiro:
Monseñor Romero.
P. Alirio Napoleón Macías.
Deporte Favorito:
Fútbol.
Rodeo (Jaripeo).
3. MIS REFERENTES SACERDOTALES
Padre Alirio, un abnegado pastor
Del P. Alirio recuerdo que yo solía comer con él. Los jueves asistíamos al Hospital Santa Gertrudis (de San Vicente) a ponerle serenata a los enfermos, era un buen músico y el instrumento que más le gustaba era la concertina; lamentablemente yo no aprendí a tocar ningún instrumento musical. Recuerdo que lo acompañaba a los cantones cuando iba a celebrar la misa, en esos días me llamó mucho la atención su conciencia social. Fui testigo de un sinnúmero de obras sociales que realizó en bien de los pobres, vivía su sacerdocio con alegría, a pesar de los conflictos y amenazas vivía contento. Lo último que me impactó fue que ante las amenazas, muchos buenos cristianos le pedía
que se fuera de la parroquia, pero él respondía: “El pastor tiene que morir donde está el pueblo”. El padre Alirio tenía cualidades de un buen orador, esto se le notaba en sus homilías, el pueblo estaba atento, porque era reflexiones encarnadas en la realidad concreta e histórica que vivía el país: eran tiempos de dictadura militar.
Monseñor Romero, un excelente pastor
De Mons. Romero resalto tres momentos:
1. Cuando asesinaron al P. Alirio Napoleón Macías él fue el primero que llegó al templo parroquial y me llamó la atención ese gesto humano que lloró ante el cuerpo del Padre Alirio, ahí vi por primera vez a Mons. Romero.
2. Otro momento fue cuando celebró la Misa de cuerpo presente en el atrio del templo parroquial de San Esteban. El comandante local hizo estallar una bomba y la inmensa cantidad fieles se alarmó y Mons. por micrófono hizo un llamado a la calma.
3. He leído mucho las homilías de Mons. Romero y en ninguna invita a la violencia, su sueño era vivir un país transfigurado, no violento.
4. HECHOS QUE HAN MARCADO MI VIDA
La muerte de mi hermano William.
Las dos 2 parálisis, que he vivido.
Y una operación quirúrgica.
Mi Tercera Caída
El año 2007 sufrí la segunda parálisis. Esta me quebró totalmente y, en el contexto de la crisis, al interpretar la actitud del obispo de entonces como indiferencia, fui a buscarlo al palacio con el manojo de llaves y entregarle la Parroquia. Me sentía abandonado.
Estando con él, sentí una voz del cielo que me dijo: “Edy piénsalo bien”. Y traté de calmarme. Viendo que el obispo no me daba ninguna alternativa viable, le propuse al P. Edgardo que me ayudara en
la atención pastoral de la parroquia. En cierto modo me desalentó el saber que mi Obispo me mandó a decir con alguien: "dígale que digo yo que se vaya tres meses a Estados Unidos, a donde sus hermanos y que cierre la Parroquia". Esto me indignó, no lo podía creer, no tuvo la gentileza de hablarme por teléfono.
Mi Cuarta Caída
En el 2008, otro momento difícil, pues estuve a punto de perder un pie. Los médicos no me daban un buen pronóstico, me operaron en el Hospital Amatepec. En el Hospital no tuve apoyo de ningún colega, ni de mi Obispo. Recuerdo que me llamaron: el Padre Gloden, el P. Boanerges Chinchilla, el Padre Manuel Acosta. En cambio, de la Parroquia El Calvario de San Vicente me acompañaron de cerca: Leonel Mejía, que asumió la responsabilidad de mi persona; la Dra. Reyes, que me mantenía en permanente observación médica y la hermana Marlene, entonces rectora del Eucarístico y coordinadora del consejo Parroquial. En eso días anduve varias semanas en silla de ruedas, vivía muchos desalientos, personas que, in incluso, veían mi estado y me exigían que les celebraba oficios religiosos.
Mi día Triste
Recuerdo que una vez lloré. El caso es que una persona me pidió una misa por mi salud, y yo no podía celebrarla y la señora –para mi sorpresa- salió renegando, eso me dolió mucho. Todas estas enfermedades me produjeron mucho stress teniendo como consecuencia un alto grado de elevación glucosa, colesterol y triglicéridos. A pesar de las dificultades en el Calvario de San Vicente no me desanimé. Junto con la comunidad hemos tratado de trabajar en la organización de la Parroquia. Estoy contento por el trabajo realizado con el P. Edgardo y el P. Chopin, los diversos Seminaristas y laicos leales a mi persona y que me ven como su pastor.
5. UNA VIDA DONADA EN EL EJERCICIO DEL MINISTERIO SACERDOTAL
Mis años en parroquias
Recibí el diaconado el 25 de abril de 1991, y el orden del presbiterado el 5 de diciembre de 1992. Mi ministerio lo he realizado en la parroquia santa Barbará, por 3 años; en la
parroquia san Lorenzo, como párroco, por 10 años y en la parroquia El Calvario por 6 años, en donde espero estar hasta que Dios me lo permita por medio de nuestro obispo.
a) Santa Bárbara, mi primera parroquia
Inicié mi ministerio junto a un equipo de sacerdotes de la Diócesis de san Vicente, en la ciudad de Sensuntepeque, en donde se ubica la parroquia Santa Bárbara. En esa parroquia fui director espiritual de la Renovación Carismática y de los Cursillos de Cristiandad. La Renovación Carismática me envió en una ocasión a participar en un seminario de una semana de vida en el Espíritu a Monterrey, México. Estuve hospedado en una familia muy generosa. En Santa Bárbara trabajé por una buena organización de la Renovación y el ministerio de jóvenes, por cierto muy numeroso, me gané el cariño de la Renovación y de los jóvenes.
En Santa Barbará recuerdo las grandes giras cantonales de una semana, no había carretera en muchos cantones, el medio de trasporte más usual era el caballo. Recuerdo dos hechos: el primero es que, en la comunidad El Izcatal me enfermé y me trajeron cargado en una hamaca hasta un cantón que se llama La Esperanza (a 3 horas de camino); el segundo hecho es que, por efectos de mi constitución física, en la comunidad La Medalla Milagrosa rompí dos tijeras (camas de lona).
Primera Caída (Dificultades en Sensuntepeque)
En Sensuntepeque, en cierta ocasión, celebrando la Santa Misa, debido a problemas de salud, caí inconsciente. Los feligreses me llevaron de emergencia al Hospital. Ahí estuve doce días. Uno de esos días, Mons. Barahona, entonces obispo de la diócesis, fue a verme. Cuando lo vi entrar me alegré, pensando que me iba a pagar los costos del pensionado. Cuando llegó me dijo: "Edy estas bien enfermo". En ese mismo momento, Mons. Oscar sacó los Santos Oleos y me los impuso. En realidad, en ese momento lo que más me preocupaba era cómo pagar el Hospital. Pero, Dios no abandona a sus hijos, de modo que, cuando salí del hospital y me disponía a pagar, resultó que una persona anónima había pagado todo. Realmente me sentí tan contento que hubiese querido dar un grito de alegría.
Celo por el respeto a la Casa de Dios
En Sensuntepeque también me tocó lidiar con unas supuestas videntes de la Virgen. En alguna ocasión me vi obligado a sacarlas del templo, porque hacían desordenes, algunas veces me obligaron incluso a sacar la correa y darles algunos azotes para que tuvieran respeto al templo, que es la casa de Dios.
b) San Lorenzo, mi segunda parroquia
En San Lorenzo fui recibido con bandas y cohetes desde la cruz de camino. De Sensuntepeque me acompañó una caravana de buses, el pueblo preparó un almuerzo para todos los asistentes a la toma de posesión. En San Lorenzo me recibieron con banda y me despidieron con el mariachi Perla. Muy buen recuerdo.
Al principio pensé que me habían mandado a esa parroquia castigado, ya que era un pueblo que fue destruido por la guerra, incluso el templo. El lugar se estaba repoblando, no había organización pastoral, 16 años sin párroco, el padre René Valle atendía desde San Esteban Catarina. El P. Julián Taranía, sacerdote español, había abandonado la parroquia por amenazas de la guerrilla, pues el sacerdote mantenía mucho conflicto con el Padre Alirio Napoleón Macías.
Mis desafíos y logros en San Lorenzo
Mi mayor desafío fue organizar la comunidad Parroquial, el Consejo Parroquial, las pequeñas comunidades, la escuela de formación permanente. Pastoralmente le aposté a la evangelización, acompañada por la promoción humana. Hice sentir mi voz en contra de los desmanes de las autoridades; organicé un comedor parroquial, dando empleo a cuatro personas y daba comida a los pobres; organicé una clínica parroquial, atendida por una doctora enviada desde Canadá, dando atención a los niños pobres; tuve en mi parroquia a 8 médicos del proyecto Médicos Sin Fronteras de España.
En los terremotos ayudamos con láminas, madera, servicios sanitarios para viviendas temporales. Gracias a Dios conseguí una máquina para hacer ladrillos y así poder construir 400 viviendas permanentes con una dimensión de cuarenta y cuatro metros cuadrados. Aclaro que en este proyecto no tuvieron nada que ver los políticos. Las personas más pobres siempre me apoyaron, son leales en los momentos de desaliento y siempre estuvieron conmigo. Gracias hermanos pobres, vale la pena haberme desgastado por ustedes. No me arrepiento. Lo último que me dijeron los pobres en San Lorenzo en mi despedida fue: "padre no vaya a cambiar, sea fiel a sus principios".
Nombramiento
En San Lorenzo siendo párroco, Mons. Barahona, me dio nombramiento de Vicario foráneo de la Vicaria n. 2 y también me otorgó el nombramiento de vicario de la parroquia de San Esteban Catarina, apoyando al Padre René Valle durante dos años, iba a la comunidad de Los Amatitanes, a la comunidad de La Burrera, a la comunidad de Los Ayalita y a la comunidad de la Haciendita, en fin, a la comunidad de Calderitas. Todo esto me provocó mucho cansancio. Fue una experiencia maravillosa, porque desde niño anduve en estos cantones con el Padre Alirio Napoleón (Napito) con mucho cariño. En mi mente y en mi corazón tengo viva esas imágenes.
c) El Calvario de San Vicente, mi tercera parroquia
A San Vicente llegué el 8 de enero del año 2006, sin condiciones materiales básicas. Recuerdo que, el día de la toma de posesión, para darle comida al vicario general, P. Ángel Flores, y al Diácono, Roberto Morales, tuve que mandar a comprar pollo campero.
Mi segunda caída
A los cuatro días (12 de enero 2006) sufro la primera parálisis facial. Estaba desayunando en San Rafael Cedros cuando, debido al malestar, ya no pude comer. Me fui a una clínica a San Salvador, me sentí abandonado por mi Obispo de ese entonces ya que no se preocupó, nunca me hizo una llamada para preguntar por mi salud.
Yo salí adelante por tres cosas:
a) Amor a Dios.
b) Amor a mi sacerdocio.
c) Amor al pueblo humilde y sencillo, que estuvieron con migo y que son pocos, los identifico.
La experiencia de la Tormenta Ida
santa Misa por las victimas |
En San Vicente sufrí la angustia de la Tormenta Ida. Sentí que me iba junto con todo el templo parroquial arrastrado por la corriente. La angustia era tan grande que llamaba a laicos para que vinieran por mí, pero no había señal. A las tres de la madrugada recibí una llamada comunicándome que los jóvenes del Ministerio de Alabanza de Istepeque habían sido arrollados junto con el vehículo que los conducía. Mi desesperación se agudizó a las 5 de la mañana, una hermana de la Legión de María llegó corriendo a comunicarme que la señora Cubías de Choto (legionaria de corazón y de misa diaria) había sido arrollada por la correntada. Como párroco experimenté la impotencia ante la tragedia y me indignó la poca reacción inmediata de los políticos y encargados de monitorear las condiciones climáticas.
A las 6 am. Del 8 de noviembre del 2008, nos reunimos de emergencia con personas de la parroquia, para ver cómo podíamos ayudar a las víctimas. De entrada establecimos un centro de acopio para ayudar a las víctimas, tuvimos el apoyo de la comunidad parroquial, parroquias solidarias y la comunidad internacional.
En los días posteriores, nos proyectamos a no olvidar la memoria histórica de las víctimas. Procedimos, pues, a la construcción de un monumento. Hicimos un acto cultural, en este acto se leyó un pronunciamiento, porque estábamos convencidos de la poca atención que estaban recibiendo las víctimas.
6. EVALUAR Y RENOVAR MIS IDEALES
¿Cómo me autoevalúo?
Como sacerdote me considero una persona responsable.
No concibo que un sacerdote llegue una hora más tarde a sus compromisos.
He tenido dificultades en el ambiente político, porque no permito que me impongan sus ideas; no les pido favores, para que después no me los reclamen. En este sentido, trataré de ser fiel a mis principios hasta la muerte, no importa lo que los políticos y laicos radicales digan de mí. El ejemplo de Mons. Romero y el del padre Napito me inspiran a luchar por mis grandes ideales, a acompañar a las víctimas. Eso lo tengo muy claro.
¿De dónde se origina mi responsabilidad?
La responsabilidad la aprendí de mis abuelos, y de los consejos de Monseñor Barahona que siempre me decía que para cumplir con todos los compromisos había que levantar temprano, todo eso me enseñó a ser responsable en mi trabajo y en mis actos. Me educaron en la libertad, y yo mismo por inspiración divina escogí el camino al sacerdocio, que fue un camino de libertad, nunca recibí presiones de nadie, por eso evalúo, después 20 años de vida sacerdotal, que han sido más las alegrías que las tristezas y considero mi camino sacerdotal en modo exitoso. No me arrepiento de haber tomado este camino y de servir al Señor, porque he actuado siempre con plena libertad.
Donde he estado no he tenido mayores dificultades, y de esto dan fe los fieles. La dificultad es que no permito que me implanten un sistema de pensamiento ideológico,
trato de ser original, único, fiel a mis grandes ideales; en pocas palabras, no me gusta ser fotocopia e imitación de nadie. Soy muy feliz con mi forma de ser, pensar y actuar, a pesar de mis dificultades. Me considero una persona emprendedora.
Ideales en mi ministerio
Mi ministerio sacerdotal ha sido orientado por la promoción humana, y los que lean este documental se darán cuenta. El punto de referencia de mi ministerio es Jesús, él tuvo como destinatarios y protagonistas de la misión a los pobres. Como persona tengo muchos defectos -lo reconozco-, pero el error que trataré de no cometer nunca es no recibir dinero de políticos. Esto lo tengo bien claro.
7. EL QUE AMA NUNCA ESTÁ SOLO. UNA PALABRA DE AGRADECIMIENTO
Monseñor Óscar Barahona
En el plano humano, lo considero como un buen padre, toda mi formación como seminarista y sacerdote se la debo a él; un Obispo sencillo, sacrificado e inteligente, un pastor que me inspiró mucho. A Mons. Barahona lo considero un obispo muy sabio. Recuerdo que monseñor, cuando llegaba al Seminario Mayor nos decía: "que para salir con todos los compromisos había que levantarse temprano y había que rezar una salve a la Virgen María por nuestra perseverancia".
Es verdad que durante su administración como obispo de San Vicente no estaba permitido celebrar misas en memoria de Mons. Romero. Mons. Barahona era celoso del pueblo de Dios, aprendí de él la importancia de no humillar al pueblo, a levantarse temprano para cumplir con los compromisos, a entender que lo que sostiene al sacerdote es su vida espiritual, la centralidad del trabajo apostólico con el pueblo. Recuerdo que me preguntaba por mi salud y me decía que tuviera dieta, me preguntaba por el trabajo pastoral, esto me entusiasmaba porque estaba preocupado de mí. Él valoraba el trabajo del sacerdote, esa fue una época bonita, lo recuerdo mucho, cuando llegaba a mi parroquia invitaba a los fieles a apoyarme, si no tenía dinero me ofrecía intenciones de Misa. En mi opinión, Mons. Barahona fue un gran obispo, como toda persona tiene sus debilidades, pero de esto no voy a profundizar. Es un verdadero Padre para mí.
Monseñor Elías Rauda
Tengo poco tiempo de conocerlo. Sin embargo, puedo señalar algunos aspectos que me han impactado. Ha sido un obispo muy humano. Estuvo presente en el funeral y en el primer aniversario de la muerte de mi hermano William. En nombre de mi familia le agradezco ese gesto humano, otro gesto fue acompañarnos en la misa del primer aniversario de las víctimas de la tormenta tropical "Ida". Es un gesto que se le agradece. Otro gesto es permitir la celebración martirial de Mons. Oscar Arnulfo Romero, concediendo permiso a Mons. Rosa Chávez para la celebración de la Eucaristía y la conferencia. Él mismo participó de la eucaristía en honor a Mons. Romero el año pasado y también este año, que fue más solemne. Al respecto un resto de la población está contenta, otro resto se siente indignado, esto es natural. Difícilmente se queda bien con todos.
Gracias Mons. Elías por abrir una brecha en esta porción de tierra de la Diócesis de San Vicente, concretamente en nuestra parroquia El Calvario de la ciudad de San Vicente.
Rubidia Bonilla
No puedo dejar de mencionar a esta señora humilde y honrada, que durante 16 años ha sido como mi segunda madre; me ha acompañado haciéndome la comidita, atolito, pupusas, nuégados y otros bocadillos agradables; una señora que sabe cocinar. Ella es testigo de mis alegrías, de mis desalientos, nunca me he enfermado por una mala comida, mi familia toda le aprecia. Gracias doña Rubidia que Dios le bendiga y le pague por todo el sacrificio que ha hecho por este servidor.
Quiero agradecer a todos mis amigos y hermanos de Iglesia que han manifestado lealtad, que me han aceptado así como soy y les invito a que trabajemos juntos por nuestros grandes ideales: trabajar por los valores del Reino de Dios.
Gracias Padre Edgardo
Dos grandes colegas con quienes he compartido alegrías y tristezas en la parroquia de El Calvario. El Padre Edgardo vino cuando estaba quebrantado de salud. Recuerdo las palabras del padre Edgardo que me dijo: "Vengo a ayudarle. Por mi honorario no se preocupe" Esta es la caridad pastoral, porque en ese momento estaba en una situación difícil económicamente hablando, gracias Padre Edgardo.
Gracias Padre Juan Vicente Chopin
Con el Padre Chopin somos de generaciones diferentes. Ni él ni yo nos conocíamos bien. Creo que al principio teníamos prejuicios el uno del otro, pero en la medida en que nos hemos ido conociendo, se fueron quitando todos los prejuicios. Yo respeto su pensamiento e ideología, como también él me respeta, todo esto ha permitido que realicemos un excelente trabajo.
Soy testigo de la marginación que ha sufrido por parte de algunos miembros de la Conferencia Episcopal, incluyendo al actual Arzobispo. Cuando el padre Juan Vicente estaba en Roma se nos dijo que él venía para la Universidad Católica de Ilobasco (Magatec), después que para la Arquidiócesis, después que al Seminario, dejándolo al margen de la Diócesis. Gracias a Mons. Elías Bolaños, que lo apoyó para que él pudiera desempeñarse como director de la Escuela de Teología de la Universidad Don Bosco. Sin embargo, Mons. Bolaños le pidió al padre Chopin, que para poder trabajar en la Universidad debía estar trabajando en una Parroquia. Fue así que este servidor, comiendo con el Padre Edgardo y el Padre Chopin en la Parroquia El Calvario, el Padre Edgardo me propuso que él podía ir a otra parroquia con tal que el Padre Chopin se quedase conmigo. Yo acepté esa propuesta, y ya vamos para tres años. Estoy contento con el Padre Juan Vicente, nos apoyamos el uno al otro. Si en la Diócesis hubieran unos ocho sacerdotes como el Padre Chopin, fieles a sus principios e ideales, otro cosa sería. Gracias Padre Chopin te lo expreso con sinceridad estoy contento con tu trabajo, sigamos luchando juntos.
8. EL PADRE EDY EN POCAS LÍNEAS
Durante mi ministerio pastoral he sido y seguiré siendo fiel a estos principios:
La responsabilidad.
El respeto a las personas. No concibo los curas que utilizan el púlpito para humillar al pueblo.
Promover la formación permanente.
Promover la promoción humana.
Promover incansablemente la evangelización.
Me fascina la organización de la parroquia en todos los niveles (no soy partidario de la improvisación).
Mi ministerio Sacerdotal lo he orientado en estos puntos, sin olvidar el aspecto cultual y la atención pastoral.
Padre Edy Antonio Platero
Abril 2011
9 comentarios:
Estimado P. Edy:
Sobre todo felicitarlo por su cumpleaños y por los años de ministerio al servicio del pueblo.
No debe ser fácil ofrecer al público la propia vida, lo cual es meritorio y por ello merece respeto.
Interesante todo lo que cuenta, los días de gloria y las "noches oscuras", ya sabe, mientras más oscuras más efecto tiene la luz en ellas. Pero, es parte de la vida.
Por otra parte, no se deben olvidar las palabras de S. Agustín y que recoge el Concilio Vaticano II: "la Iglesia camina entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios".
Admiro el sentido de responsabilidad que usted ostenta, la independencia que predica respecto de las ideas político-partidarias y la efectividad con que realiza las cosas cuando se las propone.
No le echo más flores porque podrían desvirtuar, por vía de mitificación, aquello que la humana sinceridad ha enaltecido.
Atte. Juan Chopin.
Lo felicito Padre Edy, que Dios y Maria lo cuiden ha tenido muchas experiencias, y el ejemplo de Monseñor Romero es lo que le ha permitido ser asi, lo invito a seguir adelante, confiando en el todo poderoso.
GRACIAS PADRE CHOPIN Y BLANQUITA POR SUS BUENOS COMENTRIOS ,SOBRE TODO POS DAR SU NOMBRE , NO PIERDO TIEMPO EN CONTESTAR ANONIMOS. NO ESTUY DE ACUERDO CONTESTAR UN COMENTARIO ANNONIMO...
AGREDEZO A TODOS Y TODAS LAS PERSONAS QUE HAN LEIDO ESTE DOCUMENTAL. CREANME QUE HE SENTIDO EL GRAN DESEO DE COMUNICAR MIS ALEGRIAS Y TRISTEZAS DE MI MINISTERIO SACERDODOAL.
MI OBJETIBO ES SEGUIR TRABAJANDO PARA PUBLICAR EN UNA REVISTA TODO ESTE DOCUMENTAL.
BENDICIONESA A TODOS
atte.: P. EDY PLATERO
Felicidades padre Edy en su cumpleaños, Dios le colme de abundantes bendiciones. Padre yo le siento admiración, porque ha tenido la valentía y la bondad de hablarnos de su vida en este blog, pero sobre todo "porque es alguien que expresa su pensar y sentir", sin cobardías. En lo personal, eso valoro mucho. ¿Cuántos en privado poseen ideas y las dicen, pero con miedo a expresarlas en público para no "salir perdiendo"? Que bien padre, adelante. Un seguidor autentico de Monseñor Romero en ese punto.Nuevamente, bendiciones y buenos deseos en su vida y en su ministerio sacerdotal.
Gracias Padre gustavo por su buen comentario. la verdad es que he sentido el deseo de contar mi vida con toda sinceridad, sin vanagloria ni arrogancia. Creo que los Parrocos tenemos muchas cosa que contar. estoy recopilando para escribir y una revista formal de toda mi vida.
Gracias Padre Gustavito por su amistad y por colaborarnos en nuestra parroquia. Bendiciones a usted y a todos los que estan leyendo este documental.
Atte.: P. EDY
Un poco tarde quizá, pero de corazón deseo q este nuevo año de vida sea para ud un año lleno de muchas oportunidades para seguir sirviendole a Dios a través de su ministerio y consecuentemente; a nosotros, el pueblo vicentino que nos beneficiamos con su trabajo. Que este año tambièn le de la oportunidad de seguir creciendo como persona, cosechando éxitos y que cada día a pesar de los problemas su optimismo y su confianza en Dios le den la felicidad y la alegria q necesite para seguir sirviendo al señor. He leido su docuemntal y me parece muy interesante....y sobre todo muy inspirador en cuanto a valores, tales como: la responsabilidad, sinceridad, independencia de criterio, etc. MUCHAS FELICIDADES...DIOS LE BENDIGA.
Gracias Rubi Osorio, por su buen comentario y a todos mis buenos amigos que escriben en el Facebook de la parroquia El Calvario comentando el documental, les invito que seamos parte de proyecto de vision de Parroquia que estamos construyendo: Parroquia servidora y samaritana. Bendiciones a todos y todas.
Atentamente: P. Edy ,Parroco de la Iglesia El Clavario, San Vicente, El Salvador. C. A.
Muchas felicidades P. Edy, que Dios le bendiga y le guarde siempre, especialmente hoy que cumple años, me da gusto ver su documental, está estupendo, no solo por su entrega total a Jesucristo, que es un ejemplo, sino por su historia, y recuerdos de su vida. Realmente he revivido momentos muy bueno viendo sus fotografías y leyendo su itinerario de vida. nuevamente felicidades y que Dios le guarde siempre, un abrazo, Francisco
Un saludo de felicitación P. Edy, deseo que Dios le conceda muchas gracias y muchos años de vida. He visto sus fotos y he leído la historia que cuenta de su vida, y me ha hecho recordar aquellos buenos momentos en el querido san Juan, sobre todo en épocas buenos de la molienda de su recordado abuelo, era estupendo. Que Dios le guarde y le bendiga en su vida sobre todo en su ministerio al servicio de la Iglesia, un abrazo, Francisco.
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