calendario 2018

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ANIMACION MISIONERA

 Este sabado continuamos con la formacion de animacion misionera de la parroquia, como gran objetivo nos proponemos prepararnos a la semana de mision en octubre y colaborar con la mision ad Gentes en Nicaragua en donde la Diócesis tiene presencia.

A continuacion el tema...

I- LAICOS MISIONEROS
TEXTO BIBLICO: Hch 1. 8

TIPOS DE MISIÓN
a) ATENCIÓN PASTORAL…
b) NUEVA EVANGELIZACIÓN…
c) MISIÓN AD GENTES...

Los laicos forman parte esencial del misterio de la Iglesia y si la obligación misionera brota de lo más íntimo de la Iglesia, es evidente que también corresponde a los laicos asumir su responsabilidad en la misión de la Iglesia y, más concretamente, en la misión ad gentes. Todos los documentos del Magisterio sobre el tema misionero vienen resaltando este hecho. Reconociendo que toda la historia de la Iglesia muestra que muchos fieles laicos se han consagrado a la tarea de la evangelización, recuerda que en la actualidad esta participación debe ser fomentada y urgida (RM 71).

La aportación de los laicos es absolutamente necesaria en la actividad misionera, porque sin ellos el evangelio "no puede penetrar profundamente en las conciencias, en la vida y en el trabajo del pueblo" (AG 21,23). Dadas las múltiples dimensiones de la misión y dada la peculiaridad secular de los laicos, su presencia es imprescindible para conseguir esa globalidad de que hablábamos antes.

De acuerdo a las edades, los laicos se organizan en grupos y comunidades misioneras de acuerdo al siguiente esquema:
El compromiso misionero de los laicos puede poseer aspectos y niveles diversos, todos los cuales son importantes y complementarios:


a. El compromiso misionero del laico se debe manifestar ya en su propia comunidad cristiana; al estar en contacto con los no cristianos en su vida social y profesional, deben ofrecer el testimonio de la vida y de la palabra; deben desarrollar en sí mismos y en los demás el conocimiento y el amor a las misiones, informándose e informando sobre ellas (AG 41); deben prestarles el apoyo de su oración y de su ayuda financiera (algunas de las más importantes obras de ayuda a las misiones han sido fundadas y sostenidas por laicos) así como promover iniciativas de cooperación misionera; en su propia familia deben favorecer las vocaciones misioneras, y en los institutos científicos y universidades deben servir a los misioneros en el conocimiento de los pueblos y religiones no cristianas (AG 41).

b. Algunos laicos reciben el carisma especifico para la misión ad gentes (entre no cristianos) o para cooperar de un modo directo con Iglesias hermanas en necesidad; en estos casos el envío forma parte del propio carisma, e implica un período mínimo de tiempo (2/3 años) para que no se confunda con un voluntariado transitorio o con una colaboración pasajera.

c. En su trabajo en los lugares de destino deben, como laicos, en colaboración íntima con los laicos de aquellas iglesias, "impregnar y perfeccionar todo el orden temporal" (AA 5), "cumplir las exigencias de la justicia" (AA 8); deben promover iniciativas particulares enfocadas al desarrollo económico-social (AG 21), educativo y cultural; deben tomar parte en los movimientos a favor de la paz y de la cooperación internacional, en las grandes instituciones que defienden los derechos humanos; en los proyectos de solidaridad e intercambio de bienes; deben atender a las lacras provocadas por sistemas injustos intentando eliminar las causas de la pobreza, hambre y marginación; en todas sus actividades deben optar por los más desfavorecidos y por aquellos que padecen el desprecio o la exclusión (Cf. AG 26,27; RM 72).

d. En la vocación de los laicos entra también la posibilidad de prestar su servicio en ámbitos y campos ministeriales que tienden a edificar y desarrollar desde dentro la comunidad cristiana; en la animación de las comunidades, en el servicio de la palabra o de la catequesis, en la formación de agentes de pastoral... ; en esta dirección los laicos vienen contribuyendo grandemente al desarrollo y florecimiento de los ministerios de la comunidad.

e. De cara a este servicio misionero, los laicos deben sentirse siempre miembros vivos de comunidades eclesiales concretas; el compromiso misionero nunca es individual, sino comunitario y eclesial (Cf. EN 60); esto es lo que caracteriza el carisma misionero respecto a ayudas de carácter social. Esto implica que debe haber comunicación frecuente con sus comunidades de origen, a las que a su vez pueden enriquecer con sus experiencias y con riquezas propias de las Iglesias de destino. Todo esto no impide que los laicos den origen a instituciones o asociaciones de todo tipo (a nivel nacional, vinculadas a congregaciones religiosas, autónomas y específicamente laicales ... ) pues en ellas se expresa toda la vitalidad de los carismas de la Iglesia.

La responsabilidad eclesial del laico misionero exige de él unas actitudes acordes con su carisma. En primer lugar una conciencia clara de su identidad, que se alimenta de una espiritualidad profunda y de una formación adecuada también en el ámbito teológico y misionológico. En segundo lugar el testimonio de su vida, tanto en el campo de sus actividades temporales como en la disponibilidad para dar razón de su esperanza por medio de la palabra, así como en el talante evangélico y humano de acogida, escucha, dialogo, comprensión y solidaridad respecto a los que no tienen las mismas creencias o a los que necesitan su ayuda.






II-  QUE SE ENTIENDE POR PARROQUIA MISIONERA
La Parroquia es la porción del Pueblo de Dios, en un determinado territorio, con un sacerdote párroco como pastor propio. Por lo tanto, la Parroquia son las personas, no el territorio, ni el templo parroquial; parroquia es el Pueblo todo, no sólo los sacerdotes. Como porción del Pueblo de Dios, el fin de la Parroquia es el mismo de la Iglesia: "existe para evangelizar" (EN 14), porque "toda la Iglesia y cada Iglesia es enviada a las gentes' (RM 61 c).

La Parroquia actual está llamada a vivir en estado permanente de misión, dirigiendo su acción misionera tanto hacia adentro ("misión ad intra") como hacia afuera ("misión ad extra"). 

“cada parroquia ha de renovarse en orden a aprovechar la totalidad de sus potencialidades pastorales para llegar efectivamente a cuantos le están encomendados. Con sus organismos e instituciones, ha de asumir decididamente un estado permanente de misión, en primer lugar, dentro de su propio territorio”(NMA 72).

Una Parroquia Misionera (o Parroquia en estado permanente de misión) es aquella que:

1.- Es profundamente consciente de que “la tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia”, que “evangelizar constituye la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda” y que “ella existe para evangelizar” (EN 14).

2.- Está convencida de que la Parroquia es para todos los que integran su jurisdicción, tanto para los ya bautizados como para los que todavía ignoran, prescinden o rechazan a Jesucristo (NMA 72, LPNE 43), y que la Iglesia no debe quedarse tranquila solamente con los que la aceptan y siguen con mayor facilidad (SD 131). En este sentido:

• Entiende que la evangelización se hace más urgente respecto a aquellos que aún no conocen el nombre de Jesús. Por ello su acción evangelizadora no se limita a revitalizar la fe de los creyentes rutinarios, sino que busca también anunciar a Cristo a todos aquellos que no lo conocen (cfr EA 71) dirigiendo hacia ellos acciones concretas de primera evangelización (cfr RM 33a).

• Comprende que una importante parte de las personas que viven en su jurisdicción parroquial, aún siendo bautizados, han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su Evangelio. Por ello, la nueva evangelización de los alejados, ocupa también un lugar preferencial en su acción pastoral (cfr. RM 33b), promoviendo un nuevo impulso misionero hacia estos fieles, saliendo a su encuentro. (SD 131)


3- Sabe que la misión es obra de todo el pueblo de Dios y es tarea de todos los fieles, que tienen la obligación general, y gozan del derecho, tanto personal como asociadamente, de trabajar para que el mensaje divino de salvación sea conocido y recibido por todos los hombres en todo el mundo (cf RMi 71). En tal sentido, entiende que todos los fieles de la parroquia (con todos los movimientos, apostolados y comunidades que la conforman) son corresponsables de esta misión, cada uno según sus posibilidades y carismas, participando de ella ya sea mediante la acción evangelizadora específica, mediante la animación misionera, o la cooperación misionera espiritual o material. Por ello motiva y alienta a las comunidades y movimientos eclesiales para que redoblen su servicio evangelizador dentro de la orientación pastoral de la Iglesia local. (SD 131)


4.- Conoce profundamente la realidad de los distintos grupos humanos que habitan en su jurisdicción parroquial, lo cual le permite planificar su acción evangelizadora para alcanzar a todos y cada uno de ellos, adaptándose a sus necesidades y expectativas.


5.- No se contenta con esperar a los que vienen: Por lo tanto, imitando al Buen Pastor que fue a buscar a la oveja perdida, se siente movida continuamente a expandir su presencia misionera en todo el territorio confiado a su cuidado pastoral. Esto lo hace mediante misiones populares y misioneros de manzana, creación de comunidades de base y de grupos de oración en las casas, la multiplicación de capillas, centros de culto y catequesis, etc. (NMA 94b). Por ello, sin descuidar la atención de los cercanos, sale al encuentro de los que están alejados. (SD 131)

6.- Incluye la animación misionera en su acción pastoral, tendiente a despertar numerosas vocaciones misioneras entre sus fieles, dispuestas a llevar la buena noticia de Jesús a otras regiones y pueblos del mundo que todavía no la conocen (LPNE 44). Esto, atendiendo al llamado de Juan Pablo II: “Las Iglesias locales, por consiguiente, han de incluir la animación misionera como elemento primordial de su pastoral ordinaria en las parroquias, asociaciones y grupos, especialmente los juveniles”.(RM 83)

7.- Cultiva la comunión con la Iglesia universal, “de la que la parroquia es como un célula”. Más aún, para responder a las necesidades de las ciudades y de los sectores rurales, no limita su cooperación dentro de los límites de la parroquia o de la diócesis, sino que procura más bien extenderla a campos interparroquiales, interdiocesanos, nacionales o internacio-nales. Por tanto, vive preocupada por las necesidades del pueblo de Dios, disperso en toda la tierra y hace sobre todo labor misionera, prestando auxilios materiales e incluso personales (AA 10), esto es realizando cooperación misionera tanto espiritual como material, y a través grupos o comunida-des específicamente misioneros que realizan actividad misionera específica “ad extra”.

8.- Se sabe permanentemente necesitada de ser ella misma evangelizada, si quiere conservar su frescor, su impulso y su fuerza para anunciar el Evangelio (EN 15).
9.- Procura la formación permanente de sus agentes pastorales para el apostolado: sabe que “el apostolado solamente puede conseguir plena eficacia con una formación multiforme y completa”. (AA28)




El camino hacia la Parroquia Misionera...
Algunos autores, al presentar el tema de la Parroquia Misionera, suelen proponer los siguientes "modelos" de Parroquia, que son modelos graduales de crecimiento y maduración en el proceso de renovación de la Parroquia, desde el modelo tradicional o preconciliar, hasta el modelo ideal de la Parroquia Misionera.

Tipos de Parroquia Características
Parroquia Administradora de Sacramentos

Predomina la sacramentalización, lo devocional, lo cultual, lo tradicional, lo que se ha hecho siempre; misas rutinarias y homilías aburridas.


• No existe distribución de tareas; el sacerdote la hace todo; laicos totalmente pasivos.


• Sensibilidad social nula.


• No hay grupos parroquiales ni consejo pastoral.

Parroquia Centro de Servicios

 • Predomina la catequesis de niños (primera comunión) y jóvenes (confirmación).


• Trata de evangelizar mediante la celebración litúrgica digna y la homilía bien preparada.


• Un grupo de seglares colabora con el párroco en la marcha de la parroquia.


• Si hay algunos movimientos o apostolados, estos son “huéspedes” que ocupan un epacio en la Parroquia, pero no se involucran realmente con su misión.


• Moderada sensibilidad social ante los derechos humanos, y de tipo asistencial más que promocional.


• El esfuerzo del párroco se vuelca hacia la “masa amorfa” que se acerca a Misa, hacia los “visitantes ocasionales” que solicitan los sacramentos (bautismos, casamientos) y hacia la “oveja” que quedó en el corral, descuidando las otras 99 que están fuera de él.

Parroquia Evangelizadora

Es comunidad de comunidades, donde todos los apostolados y movimientos, son responsables de la evangelización de toda la comunidad


• Es lugar de la iniciación cristiana, de la educación cristiana y la celebración de la fe


• Está convencida de que la Parroquia es para todos los que integran su jurisdicción, tanto para los ya bautizados como para los que todavía ignoran, prescinden o rechazan a Jesucristo, por ello emprende acciones concretas de evangelización hacia los alejados, hacia los que no se acercan, hacia los no cristianos.


• No se contenta con esperar a a los que “vienen”, sino que sale al encuentro de los que “no vienen”.


• Se sabe permanentemente necesitada de ser ella misma evangelizada.


• Procura la formación permanente de sus agentes pastorales para el apostolado

Parroquia  Misionera

Es parroquia Evangelizadora (con todo lo que esto implica)


• Participa en la evangelización universal más allá de sus fronteras


• Realiza acciones concretas de formación, animación y cooperación misioneras

CELEBRACIÓN DE LA JORNADA MUNDIAL DE LOS ENFERMOS

PRIMER ENCUENTRO PARROQUIAL DE JÓVENES