calendario 2018

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PROYECTO DE CONSTRUCCIÓN DE MURO DE CONTENCIÓN DE LA PARROQUIA EL CALVARIO, SAN VICENTE.

Con tan sólo unas cuantas horas de intensa lluvia en la pasada tormenta IDA, quedó al descubierto la vulnerabilidad y alto riesgo en que se encuentra la parroquia El Calvario de la ciudad de San Vicente, la cual sufrió serios daños cuausado por dicha tormenta.

Debido a esta situación, el padre Edy Platero, párroco de la Iglesia, gestionó con la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, el proyecto de CONSTRUCCIÓN DEL MURO DE CONTENCIÓN, el cual fue aprobado con un 75% del valor de la obra; por tanto, un 25% como aportación de la parroquia.

La obra dio inició el lunes 24 de enero y se pretende culminar a finales de marzo. Es por ello que solicitamos a toda la feligresía nos acompañen en este proceso de construcción, apoyando en las diferentes actividades impulsadas para tal fin; asimismo le invitamos a realizar su donativo en la sede parroquial con el padre Edy Antonio Platero. Dios recompensará su generosidad para tan noble causa.

MENSAJE DEL PAPA BENEDICTO XVI PARA LA JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO 2011


Mensaje del Papa Benedicto XVI para la JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO 2011

 ¡Queridos hermanos y hermanas: .Cada año, en la celebración de la memoria de la Beata Virgen de Lourdes, que se celebra el 11 de febrero, la Iglesia propone la Jornada Mundial del Enfermo. Esta circunstancia, como quiso el venerable Juan Pablo II, se convierte en una ocasión propicia para reflexionar sobre el misterio del sufrimiento y, sobre todo, para hacer a nuestras comunidades y a la sociedad civil más sensible hacia los hermanos y las hermanas enfermos. Si cada hombre es hermano nuestro, tanto más el débil, el sufriente y el necesitado de cuidados deben estar en el centro de nuestra atención, para que ninguno de ellos se sienta olvidado o marginado: de hecho, “la medida de la humanidad se determina esencialmente en la relación con el sufrimiento y con el que sufre. Esto vale tanto para el individuo como para la sociedad. Una sociedad que no consigue aceptar a los que sufren y que no es capaz de contribuir mediante la compasión a hacer que el sufrimiento sea compartido y llevada también interiormente es una sociedad cruel e inhumana" (Carta enc. Spes salvi, 38). . Las iniciativas que serán promovidas en cada diócesis con ocasión de esta Jornada, sean de estímulo para hacer cada vez más eficaz el cuidado hacia los que sufren, de cara también a la celebración de modo solemne, que tendrá lugar, en 2013, en el Santuario mariano de Altötting, en Alemania. 1. Llevo aún en el corazón el momento en que, en el transcurso de la visita pastoral a Turín, pude estar en reflexión y oración ante la Sagrada Síndone, ante ese rostro sufriente, que nos invita a meditar sobre Aquel que llevó sobre sí la pasión del hombre de todo tiempo y de todo lugar, y también nuestros sufrimientos, nuestras dificultades, nuestros pecados. ¡Cuántos fieles, en toda la historia, han pasado ante ese lienzo sepulcral, que envolvió el cuerpo de un hombre crucificado, que corresponde en todo a lo que los Evangelios nos transmiten sobre la pasión y muerte de Jesús!

Contemplarlo es una invitación a reflexionar sobre lo que escribe san Pedro: “Por sus llagas habéis sido curados" (1Pe 2,24). El Hijo de Dios sufrió, murió, pero ha resucitado, y precisamente por esto esas llagas se convierten en el signo de nuestra redención, del perdón y de la reconciliación con el Padre; se convierten también, sin embargo, en un banco de prueba para la fe de los discípulos y para nuestra fe: cada vez que el Señor habla de su pasión y muerte, ellos no comprenden, rechazan, se oponen. . Para ellos, como para nosotros, el sufrimiento permanece siempre lleno de misterio, difícil de aceptar y de llevar. Los dos discípulos de Emaús caminan tristes por los acontecimientos sucedidos aquellos días en Jerusalén, y sólo cuando el Resucitado recorre el camino con ellos, se abren a una visión nueva. También al apóstol Tomás le cuesta creer en la vía de la pasión redentora: “Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré" (Jn 20,25). Pero frente a Cristo que muestra sus llagas, su respuesta se transforma en una conmovedora profesión de fe: “¡Señor mío y Dios mío!" (Jn 20,28). Lo que antes era un obstáculo insuperable, porque era signo del aparente fracaso de Jesús, se convierte, en el encuentro con el Resucitado, en la prueba de un amor victorioso: “Sólo un Dios que nos ama hasta tomar sobre sí nuestras heridas y nuestro dolor, sobre todo el inocente, es digno de fe"

2. Queridos enfermos y sufrientes, es precisamente a través de las llagas de Cristo como nosotros podemos ver, con ojos de esperanza, todos los males que afligen a la humanidad. Resucitando, el Señor no ha quitado el sufrimiento ni el mal del mundo, sino que los ha vencido de raíz. A la prepotencia del mal ha opuesto la omnipotencia de su Amor. Nos indicó, así, que el camino de la paz y de la alegría es el Amor: "Así como yo os he amado, amaos también vosotros los unos a los otros" (Jn 13,34). Cristo, vencedor de la muerte, está vivo en medio de nosotros. Y mientras con santo Tomás decimos también nosotros: “¡Señor mío y Dios mío!", sigamos a nuestro Maestro en la disponibilidad de dar la vida por nuestros hermanos (cfr 1 Jn 3,16), siendo así mensajeros de una alegría que no teme el dolor, la alegría de la Resurrección. . San Bernardo afirma: "Dios no puede padecer, pero puede compadecer". Dios, la Verdad y el Amor en persona, quiso sufrir por nosotros y con nosotros; se hizo hombre para poder com-padecer con el hombre, de modo real, en carne y sangre. En cada sufrimiento humano, ha entrado Uno que comparte el sufrimiento y la soportación; en cada sufrimiento se difunde la con-solatio, la consolación del amor partícipe de Dios para hacer surgir la estrella de la esperanza. A vosotros, queridos hermanos y hermanas repite este mensaje, para que seáis testigos de ello a través de vuestro sufrimiento, vuestra vida y vuestra fe.
3. Mirando a la cita de Madrid, en el próximo agosto de 2011, para la Jornada Mundial de la Juventud, quisiera dirigir también un pensamiento particular a los jóvenes, especialmente a aquellos que viven la experiencia de la enfermedad.

A menudo la Pasión, la Cruz de Jesús dan miedo, porque parecen ser la negación de la vida. ¡En realidad, es exactamente al contrario! La Cruz es el “sí” de Dios al hombre, la expresión más alta y más intensa de su amor y la fuente de la que brota la vida eterna. Del corazón atravesado de Jesús ha brotado esta vida divina. Solo Él es capaz de liberar el mundo del mal y de hacer crecer su Reino de justicia, de paz y de amor al que todos aspiramos . Queridos jóvenes, aprended a “ver” y a “encontrar” a Jesús en la Eucaristía, donde está presente de modo real por nosotros, hasta el punto de hacerse alimento para el camino, pero también sabedlo reconocer y servir en los pobres, en los enfermos, en los hermanos sufrientes y en dificultad, que necesitan vuestra ayuda . A todos vosotros jóvenes, enfermos y sanos, repito la invitación a crear puentes de amor y de solidaridad, para que nadie se sienta solo, sino cercano a Dios y parte de la gran familia de sus hijos. .

4. Contemplando las llagas de Jesús, nuestra mirada se dirige a su Corazón sacratísimo, donde se manifiesta en sumo grado el amor de Dios. El Sagrado Corazón es Cristo crucificado, con el costado abierto por la lanza del que brotan sangre y agua (cfr Jn 19,34), "símbolo de los sacramentos de la Iglesia, para que todos los hombres, atraídos al Corazón del Salvador, beban con alegría de la fuente perenne de la salvación. Especialmente vosotros, queridos enfermos, sentid la cercanía de este Corazón lleno de amor y bebed con fe y alegría de esta fuente, rezando: “Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, fortifícame. Oh buen Jesús, óyeme. En tus llagas, escóndeme…"

5. Al término de este Mensaje mío para la próxima Jornada Mundial del enfermo, deseo expresar mi afecto a todos y a cada uno, sintiéndome partícipe de los sufrimientos y de las esperanzas que vivís cotidianamente en unión con Cristo crucificado y resucitado, para que os de la paz y la curación del corazón. Junto a él vele a vuestro lado la Virgen María, a la que invocamos con confianza Salud de los enfermos y Consoladora de los afligidos. . A los pies de la Cruz se realiza para ella la profecía de Simeón: su corazón de Madre está atravesado (cfr Lc 2,35). Desde el abismo de su dolor, participación en el del Hijo, María ha sido hecha capaz de acoger la nueva misión: ser la Madre de Cristo en sus miembros. En la hora de la Cruz, Jesús le presenta a cada uno de sus discípulos diciéndole: “He ahí a tu hijo” (cfr Jn 19,26-27). La compasión maternal hacia el Hijo se convierte en compasión maternal hacia cada uno de nosotros en nuestros sufrimientos cotidianos. En esta Jornada Mundial del enfermo, invito también a las Autoridades para que inviertan cada vez más energías en estructuras sanitarias que sean de ayuda y de apoyo a los que sufren, sobre todo a los más pobres y necesitados, y envío un afectuoso saludo, a todos aquellos que se dedican con amor a curar y aliviar las llagas de cada hermano o hermana enfermos, en los hospitales o residencias, en las familias: que en el rostro de los enfermos sepáis ver siempre el Rostro de los rostros: el de Cristo. Aseguro a todos mi recuerdo en la oración, mientras que les imparto mi Bendición Apostólica. BENEDICTO XVI.

ENTREGA DE SÍMBOLOS EN MISIÓN

El domingo 30 de enero  a las 5:00 p.m., los diferentes grupos juveniles de la parroquia El Calvario, se unieron para hacer entrega de los Símbolos de la Jornada Diocesana de Jóvenes, representados por María Auxiliadora y la Cruz de la Juventud.Estos símbolos hicieron su recorrido a partir del mes de diciembre en cada una de las comunidades pertenecientes a la parroquia El Calvario, con el objetivo de preparar a los jóvenes para esta gran jornada y buscar la unificación de la Iglesia. Durante el recorrido, los jóvenes expresaron su alegría y agradecimiento, gozándose en las alabanzas.

Al finalizar este recorrido se hizo la entrega oficial a la parroquia de Catedral, donde continuará de igual manera, el recorrido en las diferentes comunidades pertenecientes a dicha parroquia.

CELEBRACIÓN DE LA JORNADA MUNDIAL DE LOS ENFERMOS

PRIMER ENCUENTRO PARROQUIAL DE JÓVENES